ALGUNOS OTROS CONSEJOS
LA MOTIVACIÓN
Sin duda, para hacer el Camino de Santiago, se debe tener algún tipo de motivación. Puede ser de tipo religioso, de tipo cultural, deportivo, espiritual... Y es importante tener algún tipo de motivación, sea el que sea, porque en el Camino vamos a pasar por todo, por buenos momentos y también por malos momentos, y es aquí, en los malos, donde nuestra motivación, nuestra determinación para llegar al objetivo, hace que no abandonemos al primer inconveniente que surja.
LA ELECCIÓN DEL CAMINO
Tal cómo se hacía en otras épocas lejanas, el camino debería comenzar en la misma puerta de nuestra casa, pero hoy en día ésto no siempre es fácil. Si es la primera vez que se va a realizar un camino, entonces lo remomendable es hacer alguno de los más conocidos, como el Francés, el del Norte,... ya que disponen de una gran cantidad de albergues y una infraestructura y señalización que nos van a facilitar el disfrutar de la experiencia. Entre ellos, sin duda, el más atractivo es el Camino Francés debido a la riqueza de su Historia, a la gran cantidad de monumentos y ciudades por las que pasa.
LA ELECCIÓN DE LA ÉPOCA DEL AÑO
En general, la mejor época del año sería en aquellos meses que eviten el calor y el frío, y que no coincidan con temporadas vacacionales o festivas, ya que en caminos como el Francés, lo hace mucha gente y puede haber problema de plazas en los albergues. Serían los meses de Abril, Mayo, Junio, Septiembre y Octubre. Pero tener días libres en esos meses no es fácil debido a las obligaciones laborales, familiares o estudiantiles. Es por eso que en los meses de verano y en algunos periodos vacacionales, como en la Semana Santa, la afluencia de peregrinos aumenta mucho. Si lo que se busca es soledad, entonces la mejor época es el invierno, aunque hay que tener en cuenta que además de las inclemencias del clima podemos encontrarnos con algunos albergues cerrados.
LA PREPARACIÓN FÍSICA
Antes de nada, hay que decir que el camino lo puede hacer cualquier persona con unas condiciones físicas mínimas, y que no requiere de ninguna preparación física especial, aunque sí algo de preparación ya que hay que tener en cuenta que se va a realizar un recorrido de cientos de kilómetros, caminando a diario. Teniendo esta preparación vamos a poder disfrutar más del camino y tal vez evitemos problemas físicos que nos obliguen a abandonar. Si no se está acostumbrado a andar, lo más recomendable es hacer un entrenamiento durante las semanas previas. Los paseos deberían ser largos, incrementando la distancia poco a poco, y mejor si es con la mochila y el peso que se va a llevar. Este entrenamiento se debería hacer con el calzado con el que vayamos hacer el camino, ya que no es nada recomendable ir con el calzado nuevo.
LAS PRIMERAS ETAPAS
Al caminar en las primeras etapas, nos lo deberíamos tomar con calma, ya que debemos dejar que el cuerpo se vaya adaptando a las nuevas condiciones: andar muchas horas, llevar peso, un nuevo horario, etc. En las primeras etapas no se deberían hacer muchos kilómetros, para ir aumentando gradualmente las longitudes de las etapas. Esta planificación no siempre es factible dependiendo del camino y de las localizaciones de los albergues. En estas primeras etapas nos sentimos aun con fuerzas y se comete el error de forzar el ritmo, o hacer más kilómetros. Hay que tener en cuenta que hacer el camino no es una competición, pero que hay que cuidar el cuerpo como si fuera una prueba de resistencia o como se dice en los deportes de motor, "hay que cuidar la mecánica".